30 abr 2008

La "primera" opinión de Mouriño sobre el EPR


PRIMERA CONFERENCIA DE PRENSA DE JUAN CAMILO MOURIÑO TERRAZO COMO SECRETARIO DE GOBERNACIÓN; TARDE DEL MIERCOLES 16 de enero de 2008:
Le pregunta Fabiola Martínez, de La Jornada. -Qué tal, buenas tardes. Yo quiero preguntarle dos cosas acerca de un mismo tema. En primer lugar, ¿si está usted dispuesto o interesado en establecer diálogo con el EPR?
Responde el Jóven Secretario: (....) Respecto al EPR, me parece que a veces olvidamos que este es un grupo subversivo, armado, encapuchado, que desafía permanente al Estado mexicano y que como tal merece la condena unánime y sin titubeos de toda la sociedad, sin distingo partidista, sin distingo ideológico y, por lo tanto, como tal el gobierno tiene que actuar.
-Jorge Ramos, de El Universal. -Usted habla de que ya se inició contactos con diversos actores políticos y sociales (...) ¿Y si las reuniones o los contactos con los diversos actores políticos, se circunscribirán a los coordinadores parlamentarios o si veremos a los líderes de los partidos políticos desfilar aquí en Gobernación? ¿Y si esas reuniones van a seguir siendo en lo oscurito o habrá cierta apertura al respecto?
Camilo Mouriño.- (...) Respecto a con quién dialogar, a mí me parece igualmente importante dialogar con los líderes de los partidos políticos, como lo es con los coordinadores parlamentarios y otros muchos legisladores.
En cualquier caso, me parece que el hecho mismo que la primera encomienda que enfatiza el Presidente Calderón esta mañana a la hora de designarme como Secretario de Gobernación, sea la de buscar diálogo, muestra precisamente cuál es la prioridad de esta Secretaría: Estar buscando permanente las coincidencias, estar buscando permanentemente el acuerdo, estar buscando, incluso, en las diferencias poderlas canalizar y por la vía institucional en nuestro país, y en ese sentido se requiere hablar no nada más con uno o dos interlocutores políticos, se requiere estar en diálogo permanente con interlocutores políticos y con interlocutores sociales.
Si será en lo oscurito yo no determinaría el estilo de gobierno que hasta ahora se ha llevado como un diálogo en lo oscurito, en todo caso ha sido un diálogo efectivo y eso es lo que debe importarnos.
Que los resultados del diálogo sean acuerdos importantes para México, que lo que se concrete y que lo que resulte de las reuniones que se tengan, tanto las que sean públicas, como las que sean de carácter privado, sean buenos acuerdos para México y sea la posibilidad de que nuestro país se modernice y avance.
Y en ese sentido, lo que podemos comprometer es que independientemente del carácter, insisto, de las reuniones, lo que habrá son resultados (...)

Editorial de El Universal

Diálogo, sí; pleito, no/Editorial;
EL UNIVERSAL, 30 de abril de 2008;
La sensatez, para tranquilidad de todos, comienza a dar sitio a la negociación y a postergar la violencia primitiva, por lo menos en un caso.
El presidente Felipe Calderón aceptó la propuesta de diálogo del EPR, que además se compromete a suspender sus actos de sabotaje y terrorismo, con los cuales el año pasado reveló una insospechada capacidad de coordinación para volar oleoductos sin causar víctimas.
El gobierno también aceptó que en las negociaciones participen, como testigos sociales, la senadora Rosario Ibarra, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa, el antropólogo Gilberto López y Rivas, el historiador Carlos Montemayor y el arzobispo emérito Samuel Ruiz, propuestos como intermediarios por el EPR, que demanda la devolución de sus integrantes Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Anaya, presuntamente detenidos y desaparecidos hace 10 meses.
El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, reiteró que el gobierno federal no tuvo injerencia en esos actos, y que los investiga, al igual que los atentados a instalaciones de Pemex.
El diálogo planteado es la fórmula adecuada para resolver el diferendo, y es loable que tanto gobierno como la guerrilla rompan viejos paradigmas y formulaciones de análisis sociopolíticos para abrir la posibilidad de hacerlo.
Igualmente, importa que el gobierno de Oaxaca enfile las investigaciones del caso hacia dos presuntos implicados.
Este acuerdo no significa conceder al EPR reconocimiento como fuerza beligerante, pero sí abre la puerta para cancelar al menos una de las causas declaradas de su desempeño ilegal.
Toda violencia debe ser reprobada, aun la que surge de situaciones de injusticia social, económica y política.
Al mismo tiempo procede abatir las condiciones que explican, favorecen y justifican las protestas de quienes no están dispuestos a soportarlas pasivamente para siempre.
Las reglas de una convivencia tienen que ser puestas a tono con el proceso de la reforma global del Estado, que se dificulta precisamente por los grandes intereses que pugnan por permanecer intocados.
El instrumento para lograrlo es la política, como se hace ahora.

EPR; la opinión de Ricardo Alemán

Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán
Publicado en El Universal, 30 de abril de 2008 ;
EPR, sí al diálogo; PRD, cero diálogo
Calderón acierta, con la salvedad de proponer condiciones
La guerrilla parece dispuesta a ocupar un espacio en la realidad política
Algo que no sabemos y que guardan cual “tesorito” está ocurriendo en el gobierno de Felipe Calderón y la dirigencia del EPR. Y es que en un inédito que pone de cabeza la vida política nacional, las partes decidieron explorar el camino del diálogo. Todo, claro, contra lo que sostenían hace siete meses los dos polos.
Hasta anoche, nadie sabía si al final de cuentas el EPR y el gobierno federal aceptarían las condiciones mutuas para pactar el pretendido proceso de diálogo; si el paso siguiente será el natural jaloneo propio de ajuste de condiciones para dicho diálogo o, en el otro extremo, si al final existen condiciones para aceptar o rechazar el diálogo.
En todo caso, lo interesante del asunto es que contrasta ese esfuerzo inicial de diálogo entre un grupo guerrillero —clandestino y saboteador— y el gobierno de Calderón, y se convierte en un inédito que envía lecciones a todos, especialmente frente a la incapacidad de diálogo de los partidos políticos de la llamada “izquierda mexicana” —el intransigente y radical FAP— y el gobierno de Felipe Calderón.
¿Qué significa que un ejército popular, revolucionario y guerrillero como el EPR, que a casi cuatro décadas de vida decide por primera ocasión proponer un proceso de diálogo, precisamente a un gobierno que ellos —el EPR— y la oposición de izquierda como el PRD califican de “espurio”? ¿Quién, de entre el EPR y el PRD está mal? ¿Se doblaron los señores del EPR? ¿Se radicalizaron al grado extremo de enfermos, los talibanes del PRD? ¿Quién de los dos, EPR o PRD, está más en el extremo radical? ¿Quién de los dos puede reclamar con mayor legitimidad la bandera de representante de la izquierda?
¿Quiere decir, la propuesta de diálogo, que el EPR reconoce la legitimidad del gobierno de Felipe Calderón? ¿Quiere decir que un grupo clandestino, revolucionario, que se adjudicó sabotajes a instalaciones petroleras, que llegó a ser identificado como terrorista por algunos sectores de la extrema derecha, está convencido de que es el momento de dialogar con un gobierno de derecha? ¿Quiere decir que el EPR estaría dispuesto a entrar a un proceso de tránsito a la vida político-electoral? ¿Se podrá convertir el EPR en un partido político?
¿Qué pasará si al final de los escarceos naturales, el gobierno de Felipe Calderón emprende un proceso de negociación con el EPR, un grupo clandestino, colocado fuera de las instituciones, y que es perseguido por el propio gobierno? ¿Qué no es cierto que frente a esa eventualidad, el PRD y su negativa al diálogo, su estrategia de mandar al diablo las instituciones, colocarán a los amarillos en un extremo aún más radical al del EPR?
Y acaso resulta aún más esquizofrénico que los llamados “intelectuales” propuestos por el EPR como mediadores en su propuesta de diálogo con el gobierno sean personalidades que, en mayor o menor medida, tampoco reconocen de manera clara la legitimidad del gobierno de Calderón. ¿Por qué no se prestan como mediadores entre el PRD y el gobierno de Calderón, para iniciar un proceso de diálogo?
Pero en realidad no es ninguna novedad que el EPR preparó un escenario para el diálogo con el Presidente, a pesar de que desde el 9 de julio calificó “espurio” al gobierno de Calderón. Van las evidencias.
El 20 de septiembre de 2007, luego de los primeros estallidos de instalaciones petroleras, dijimos en el Itinerario Político de esa fecha lo siguiente: “¿Pero qué es lo que pretende en el fondo el EPR?, además de que sean presentados con vida sus compañeros. Sin restarle un grado de legitimidad a la demanda, nadie puede creer que ese sea el objetivo en conjunto. ¿Cuál es el todo? De nueva cuenta el más reciente comunicado deja ver que el EPR se asume como una nueva etapa de los grupos guerrilleros que en México hicieron posibles los cambios rumbo a la ‘apertura democrática’ desde el año de 1970 hasta la fecha.
“Pareciera que el EPR —igual que otras expresiones guerrilleras del pasado— pretendiera una contribución al avance democrático, mediante la combinación de violencia y negociación, y que cree que el actual es el momento para ello. Para eso requería —y en buena medida lo ha conseguido— tener la presencia nacional que no había logrado en reductos como Oaxaca, Puebla y Guerrero. Pareciera que pretende un puente, una interlocución oficial. Pero en cambio, la propuesta del gobierno de Calderón —y de eso se quejan en el comunicado— es la fuerza.”
Eso lo dijimos el 20 de septiembre de 2007. Hoy el EPR —y luego de negar que buscaba el diálogo— es el que propone el diálogo. Es decir, se movió del radicalismo hacia el punto intermedio del diálogo. Y al mismo tiempo, el gobierno de Felipe Calderón —en un acierto político, estratégico y hasta de imagen— comete un acierto al aceptar un diálogo, con la salvedad de proponer condiciones para el mismo.
Y debemos insistir, nadie sabe si al final de cuentas las partes llegarán a las condiciones para el diálogo. Lo que sí se sabe, porque ya apareció a la vista de todos, es que el EPR parece dispuesto a ocupar un espacio que en la realidad política es un gigantesco hoyo político en la geometría política. ¿A qué nos referimos?
Que frente a la ‘derechización’ y la ‘balcanización’ del PRD, la vuelta al viejo PRI con todos sus viejos vicios, y la depredación de la izquierda, el EPR y otros grupos guerrilleros han empezado un corrimiento para reclamar —por el fenómeno de capilaridad política— un espacio que debe ser llenado, el de la verdadera izquierda.
Cuando el EPR propone el diálogo con el gobierno de Calderón, el grupo guerrillero, de supuestos atrasados políticamente, en realidad le receta una contundente lección a los locuaces liderazgos del PRD. Pero apenas es el primer paso. Al tiempo.
aleman2@prodigy.net.mx

Todo apunta a Oaxaca

La Columna Trascendió, de Milenio Diario, señala que
Que no fue casual la propuesta de diálogo que el EPR le hizo al gobierno de Felipe Calderón. La solicitud eperrista se dio a las pocas horas de la detención de varios funcionarios del gobierno de Ulises Ruiz, presuntamente involucrados en la desaparición de los hoy famosos Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz.
Que mientras tanto, anoche Ulises Ruiz le ofreció una cena de despedida al general Juan Alfredo Oropeza Garnica, quien dejará de ser comandante de la Octava Región Militar, con sede en Ixcotel, Oaxaca.
Oropeza Garnica fue señalado en un inicio por el EPR como responsable del secuestro de Reyes Amaya y Cruz. Y entre los ulisistas se piensa que él fue quien fabricó la teoría por la cual se dieron las detenciones el fin de semana y se investiga a altos funcionarios del gobierno de Oaxaca.
Por cualquier cosa, Ulises cubrió las formas.
Nunca los presentaron ante el Ministerio Público, declara el testigo protegido federal
Policías de Oaxaca sí detuvieron a los eperristas desaparecidos
Dos agentes de la Ministerial intentaron extorsionarlos, revela funcionario de la PGJE. Asegura que los policías están involucrados en diversos secuestros.
Familiares de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, ayer en la ciudad de Oaxaca. 30-Publicado en Milenio Diario, 30-Abril-08;
Rubén Mosso, reportero.
El comandante de la Policía Ministerial del Grupo Fuerza Policial de Alto Rendimiento de Oaxaca, Pedro Hernández Hernández, y el policía de esa corporación Ángel Cruz Reyes, El Chicharrón, sí detuvieron a los presuntos miembros del Ejército Popular Revolucionario, Gabriel Alberto Cruz y Edmundo Reyes Amaya, pero nunca los presentaron ante el agente del Ministerio Público, según se desprende de las declaraciones de un funcionario de la procuraduría de justicia de esa entidad.
(Fuente) Autoridades del Poder Judicial de la Federación informaron que lo anterior consta en la orden de arraigo 12/2008 que solicitó el agente del Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), como parte de la indagatoria que se sigue por la desaparición de las mencionadas personas.
El testigo de la Procuraduría General de la República, de quien por razones de seguridad se omitió su nombre ( de nmbe Luna, dice el reportaje de Diedo Osorno),
pero de quien se específica que labora en la procuraduría estatal, manifestó tener conocimiento de que sí existió una orden para detener a los eperristas tras haberse iniciado una averiguación previa en su contra, derivado del conflicto de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO).
Sin embargo, ni Alberto Cruz ni Reyes Amaya fueron puestos a disposición del Ministerio Público pues, según el testigo, el comandante y Cruz Reyes intentaron extorsionarlos, y después ya no se supo nada del paradero de los subversivos.
Indicaron que de acuerdo con la orden de arraigo, en ella también se hace referencia a que el informante aseguró ante el agente del Ministerio Público Federal, que los citados policías estaban involucrados en diversos secuestros en Oaxaca.
Eso fue el motivo por el cual la SIEDO pidió la orden de arraigo, para indagar a fondo qué fue lo que pasó con los eperristas y otras víctimas de plagio, ilícitos de los cuales se les acusa a los uniformados, quienes son presuntos responsables de los delitos de desaparición forzada, privación ilegal de la libertad y delincuencia organizada.
Las autoridades consultadas señalaron que hasta el momento la Procuraduría General de la República no ha solicitado alguna nueva orden de arraigo o de aprehensión contra otras autoridades de Oaxaca.
Cabe mencionar que los indicados fueron detenidos y presentados el pasado 26 de abril, por militares y policías federales, quienes los trasladaron a la Ciudad de México junto a siete personas más que posteriormente se dejó en libertad bajo las reservas de ley.

La opinión de Pablo Hiriart

Columna Vida nacional/Pablo Hiriart
Publicado en Excelsior, 30/04/2008;
Otra trampa
Cuanto antes y sin medias verdades, debe conocerse dónde están o qué pasó con Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, miembros del EPR desaparecidos en mayo de 2007.
Sean inocentes o culpables, estas dos personas no debieron haber desaparecido nunca.
Si los mataron agentes federales, miembros del Ejército o policías de Oaxaca, no sólo debe saberse, sino que los autores del doble crimen tienen que ser severamente castigados.
El Estado mexicano no puede usar los mismos métodos asesinos de grupos terroristas que justifican sus actos con fines ideológicos.
Corresponde al Estado esclarecer lo sucedido con estas dos personas, cuya presentación reclama la cúpula del EPR.
Lo que no corresponde al Estado es caer en la trampa de parte de un grupo armado que ha asesinado a soldados en emboscadas a mansalva y ha saboteado instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos.
El EPR ha pedido que los señores Samuel Ruiz, Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Montemayor, Gilberto López y Rivas y Rosario Ibarra de Piedra sean los intermediarios para un diálogo con el gobierno federal a fin de obtener respuesta sobre sus dos compañeros desaparecidos.
La Secretaría de Gobernación contestó afirmativamente a la solicitud de sentarse a una mesa con el EPR, pero puso como condición que las negociaciones sean directas.
Que las personas propuestas como “intermediarias” actúen como “testigos sociales y con el objetivo de facilitar el diálogo”.
¿Qué quiere decir eso de “testigos sociales” para “facilitar el diálogo”?
El gobierno no lo explica y haría bien en clarificarlo.
Entre los “testigos sociales” que acepta Gobernación está uno de los promotores y artífices del EZLN, Samuel Ruiz García.
Está un ex agente de la KGB, que espió para la Unión Soviética en Estados Unidos, Gilberto López y Rivas.
Y está Rosario Ibarra de Piedra, a quien los documentos encontrados en la computadora del líder de las FARC, Raúl Reyes —y que se conocieron a través de una exclusiva de nuestro compañero Jorge Fernández Menéndez—, señalan como una de las principales contactos en México de ese grupo narcoguerrillero.
¿Esos van a ser los “testigos sociales” cuya tarea será “facilitar el diálogo”?
Si el EPR quiere, que lleve en su delegación a esos personajes, como parte de los suyos, pero Gobernación ha mordido el anzuelo y les quiere dar el grado de representantes de la sociedad en ese diálogo.
Ahora bien, si el EPR buscó el diálogo, qué bueno. Pero no se vale que el gobierno peque (otra vez) de inocente.
Para sentarse a la mesa, los eperristas deben estar dispuestos a dejar las armas.
Y quienes han cometido crímenes deben ser sancionados, no con desapariciones ni ajusticiamientos, sino por tribunales competentes y con abogados defensores.
Ahora bien, ¿qué van a negociar?
La presentación de esos dos eperristas desaparecidos no es negociable.
Independientemente de lo que haga el EPR, el Estado tiene la obligación de informar qué pasó con ellos y castigar a quienes los secuestraron o los mataron.
Así es que no se entiende qué van a negociar.
El más reciente comunicado del EPR (lunes de esta semana) termina su iniciativa de diálogo con estas frases: “¡Por la Revolución Socialista!” “¡Vencer o Morir!” “¡Resueltos a Vencer!” “¡Con la Guerra Popular!” “¡El EPR triunfará!”
Ante esas proclamas, que son parte de su estrategia de la “guerra popular larga y prolongada”, que ha costado vidas, ¿qué va a negociar Gobernación?
Si están dispuestos a entregar las armas, a apartarse del camino de la violencia y a hacer política por los cauces institucionales, el diálogo puede tener sentido.
Pero no es el caso.
Marcos dice, en su libro, de próxima aparición, que “el EPR va a dar de qué hablar”.
En eso están. Listos para ganar centralidad en los medios de comunicación, con tres “testigos sociales” a modo y sin renunciar a la vía armada.
Ojo, mucho ojo.
No olvidemos que, cuando ocurrió el alzamiento del EZLN, en las negociaciones de “paz” se vio con naturalidad y cierta fascinación a encapuchados armados hasta los dientes.
En ese contexto mataron a Colosio.

El contacto con las tuberías

"El contacto con las tuberías, qué no negociación", con el EPR; las tesis de Ciro;
y el reportaje de Diego Osorno: ¿todo apunta a Oaxaca?!
Columna: La Historia en Breve/Ciro Gómez Leyva
Inteligencia.
Publicado en Milenio Diario, 30/04/2008;
En forma grotesca, ordinaria, los “críticos del sistema” acusaron a los servicios de inteligencia del gobierno federal, en especial al Cisen, de no haber tenido la capacidad para anticipar y abortar los actos terroristas del EPR de septiembre contra las instalaciones de Pemex. El costo material de los bombazos en los ductos se calculó en mil millones de dólares; el político parecía ser más alto.
Con el mismo desembarazo, los “críticos” pronosticaron más atentados eperristas. Pues bien, ocho meses después no se registra uno solo. Por el contrario, el EPR anunció el lunes que quería dialogar con el gobierno, y el gobierno, advirtiéndole que no le dará una amnistía por adelantado ni aceptará intermediarios, le ha respondido que sí.
Funcionó el trabajo de inteligencia. Funcionó el contacto en las tuberías, que no negociación, entre el gobierno y la guerrilla. El gobierno se comprometió desde antes de las explosiones de septiembre a investigar exhaustivamente sobre el paradero de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, los dos eperristas desparecidos en mayo pasado. Y por lo visto, el EPR concede que, en eso, el gobierno cumplió.
Los caminos conducen ahora a Oaxaca. Parece haber suficientes hechos relacionados para proponer que la autoría material e intelectual de las desapariciones fue del gobierno de Ulises Ruiz. A las detenciones del sábado sigue la investigación que Diego Osorno desvela hoy en las páginas de MILENIO y que apunta, esencialmente, a tres poderosos ex: el ex secretario general de Gobierno (actual líder estatal del PRI) Jorge Franco, la ex procuradora Lizbeth Cañas y el ex jefe de la policía ministerial Manuel Moreno Rivas.
Las hipótesis básicas se van encauzando. (fin de la columna)
Ciro comentó en su columna La Historia en Breve en Milenio Diario del viernes 25 de abril:
Tres hechos:
Uno.
El 20 de mayo se cumple un año de que el EPR informara sobre la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, dos personas ligadas a ese grupo guerrillero, por cuya aparición el EPR dinamitó ductos de Pemex el año pasado.
Dos. Diego Osorno reportó ayer en MILENIO cómo Gabriel Alberto Cruz participó al menos en un acto visible de la rebelión de la APPO en 2006. El tan comentado nexo de al menos una fracción appista con una del EPR se sigue documentando.
Tres. Ayer, también, el EPR desmintió lo dicho por quien quizá sea la voz menos vergonzante de la derecha mexicana, José Antonio Ortega Sánchez (también en entrevista con Diego Osorno): el gobierno de Felipe Calderón y el EPR negocian en lo “oscurito” para que no haya nuevos atentados.
Lo cierto es que se acerca el 20 de mayo con el problema latente y sin que nadie haya probado nada. Ni quienes aseguraron que el Ejército mexicano se llevó a los dos eperristas, ni quienes apuntaron hacia un ajuste de cuentas interno.
Un estudio de los comunicados del EPR y las páginas web de organizaciones cercanas a la guerrilla permitiría, al menos, aventurar algunas hipótesis. Estas son las mías:
* Sí hubo un contacto en las tuberías, que no negociación, entre el gobierno y la guerrilla (elemental trabajo de inteligencia política).
* El gobierno cumplió al investigar exhaustivamente sobre el paradero de Reyes Amaya y Cruz.
* El EPR sabe que el gobierno investigó, quizá por eso no ha atacado en un momento político tan atractivo.
* Por más de un motivo, eperristas cooptados por el gobierno de Ulises Ruiz se habrían llevado a Reyes Amaya y Cruz.
Habrá tiempo en los próximos días para irlas desarrollando una por una.
Reportaje: Narco y Guerra sucia en Oaxaca
• Los hombres y mujeres del gobernador
Ulises Ruiz creó su propia brigada blanca

La Unidad Ministerial de Investigación Táctica fue el grupo policiaco que ejecutó el trabajo sucio del gobernador en los días de crisis, incluida la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, de acuerdo con un testigo protegido de la PGR.
Publicado en Milenio Diario, 30-Abril-08;
El dirigente estatal del PRI en Oaxaca, Jorge Franco Vargas; la ex procuradora Lizbeth Caña Cadeza y el ex director de la Policía Ministerial Manuel Moreno Rivas, integrantes del primer círculo del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, crearon y dirigieron un grupo policiaco que se dedicó a perseguir a opositores de la administración local y a determinados grupos de narcotraficantes, según testimonios contenidos en las averiguaciones previas PGR/SIEDO/UEIS/057/08 y PGR/SIEDO/UEITA/047-08, a las cuales tuvo acceso MILENIO.
De acuerdo con Luna, alias de un ex funcionario estatal oaxaqueño y ahora testigo protegido de la PGR, el nombre del grupo era Unidad Ministerial de Intervención Táctica (UMIT) y estaba conformado por agentes policiacos de diversas corporaciones que tenían la “confianza” de altos funcionarios para realizar operaciones especiales durante las protestas de 2006 contra la administración estatal priista.
Luna fue testigo en mayo de 2007 del ingreso a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado de dos personas, cuya descripción concuerda con Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, los dos eperristas desaparecidos en 2006.

“Uno tenía los apellidos Pérez Amaya (sic) y días después se enteró de que eran miembros del EPR”, se señala en el documento, y se precisa que “esa detención la hizo el grupo dirigido por Pedro Hernández, subdirector operativo (de la Policía Ministerial), pero no supo adónde fueran canalizadas estas personas, aunque menciona que días después de la detención salieron de la procuraduría”.
Hernández, comandante con 28 años de labor policiaca en Oaxaca, se encuentra actualmente en el Centro Nacional de Arraigos, en la Ciudad de México, junto con su chofer, Ángel Cruz Reyes, y el agente Luis Edgar Toledo. La SIEDO los investiga por la desaparición de Reyes Amaya y Alberto Cruz, eperristas desaparecidos hace más de 11 meses, pero también por sus vínculos con la banda de Los Zetas.
Desaparece grupo especial
“Esa unidad a la que usted se refiere ya no existe. Desde que yo llegué al cargo ya no existe más”, dijo ayer el actual procurador de Oaxaca, Evencio Martínez, consultado vía telefónica sobre las operaciones ilegales de la UMIT, señalada también en la averiguación como “grupo de choque” y equiparada por uno de los agentes encargados de la investigación como algo parecido a la brigada blanca que participó en la guerra sucia de los años 70.
—¿Fue desaparecido este grupo porque actuaba irregularmente?
—No puedo hacer más comentarios.
—¿Ordenó usted investigar la actuación de este grupo?
— No puedo hacer más comentarios... estoy en una reunión con el gobernador.
Martínez asumió la titularidad de la Procuraduría de Justicia local en sustitución de Caña Cadeza, también implicada en la averiguación de la SIEDO. Según estos señalamientos, este grupo operaba en instalaciones policiacas conocidas como Los Pinos, que se encuentran en el municipio conurbano de Santa María Coyotepec. Algunos de los 500 simpatizantes de la APPO detenidos en Oaxaca en 2006 y 2007 declararon en diversas ocasiones que el lugar era “un centro de tortura”.
Participación de Los Zetas
Además de ser señalado directamente por Luna en estos hechos, el ex secretario de Gobierno Jorge Franco Vargas es mencionado como jefe del “comando” que secuestró el 5 de abril de 2007 a Jesús Eugenio Díaz Parada, hermano de Pedro Díaz Parada, capo oaxaqueño de la droga, detenido por la PGR el año pasado. El propio Jesús Eugenio, según se lee en la averiguación previa, asevera que Franco Vargas y el ex director de la Policía Ministerial Manuel Moreno Rivas fueron los autores del secuestro, que tuvo motivos políticos.
Díaz Parada —cuyas imágenes en cautiverio fueron difundidas en youtube.com— acusa a Franco Vargas de crear un comando armado y asegura que fue liberado por sus captores después de las elecciones de octubre pasado. En su declaración afirma que los captores, después de cobrar el rescate, lo dejaron —con los ojos vendados— frente a la iglesia de Xoxocotlán, un municipio cercano a la capital oaxaqueña.
Otros nombres de ex funcionarios que conforman la “burbuja” del gobierno oaxaqueño también son mencionados en la averiguación. Se trata de Alejandro Barrita, ex director de la Policía Auxiliar, ejecutado recientemente en la ciudad de Oaxaca, y José Manuel Vera Salinas, actual jefe policiaco en Cancún, quien encabezó un fallido operativo de desalojo de un plantón magisterial el 14 de junio de 2006, que devino en protestas en la ciudad
Rostros conocidos
En los siete tomos de la indagación se incluyen fotografías de estos funcionarios. El rostro del dirigente priista, Franco Vargas, aparece en toda una página. Otras gráficas que también se anexaron corresponden a los comandantes Dublán Félix y Abel Morales, la agente “Landeta”, el kaibil “Moreno Rivas” y varias mujeres, que pueden ser agentes ministeriales.
También se incluyen fotografías y declaraciones de Vicente Antonio Porras Cisneros, Mario Alberto Guerrero Carraman, Carlos Jesús Navarro Jiménez, Leocadio Miranda Rangel, Juan José López Gómez, Orlando Saucedo Rodríguez, Javier Méndez Suárez, Jesús Antonio Méndez Cruz, Jesús Ruperto Cantúa Badilla, Gerardo Nava Soto, Valentín Albañil Mendoza, Erick Ojeda Morales y Víctor Alfonso Jiménez Peña, todos arraigados actualmente y acusados de ser parte de Los Zetas.
En las averiguaciones no se hacen señalamientos contra elementos de la Policía Federal Preventiva, la Agencia Federal de Investigación, la Armada o el Ejército, corporaciones que también participaron en los operativos en la entidad sureña.
En 2006, una veintena de opositores a Ulises Ruiz murieron en las balaceras de manifestaciones, marchas y barricadas. Dos años después, ninguno de estos homicidios ha sido aclarado.
Diego E. Osorno, reportero.

Turquía

La legalización del suicidio político/Francisco Veiga, profesor de Historia de la Europa Oriental y Turquía en la UAB
Publicado en EL PERIÓDICO, 26/04/2008;
Desde que el 30 de marzo el Tribunal Constitucional de Turquía decidió lanzar un proceso de ilegalización contra el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) se ha inaugurado en el país anatolio una nueva crisis política de confusos perfiles. ¿Cómo puede ocurrir que el Constitucional de un país supuestamente democrático se lance a ilegalizar el partido del Gobierno, que además goza de amplia mayoría parlamentaria? ¿Sus señorías se han dado cuenta, precisamente ahora, de que la formación política que ha ganado por amplio margen las elecciones es un peligro para la democracia? La acusación achaca “actividades antilaicas” al AKP, en cansina repetición de la ya vieja cantinela sobre la “agenda oculta” del partido en el Gobierno.
Porque en esencia, el ataque, que desearía devenir un golpe de Estado jurídico, es un anacronismo. La maniobra ha venido siendo habitual en la Turquía republicana desde la misma instauración del régimen por Mustafá Kemal en los años 20 del siglo pasado. Después, durante la guerra fría, los poderes fácticos se acostumbraron a este tipo de actos de fuerza, en tiempos de democracia vigilada, cuando Turquía era un peón estratégico de EEUU en la lucha contra el imperio del mal soviético.
PRECISAMENTE por ese largo pasado de actos de fuerza, todavía impresionan mucho a la mayoría de los turcos estas maniobras y golpes de fuerza. Pero esta vez parece que las cosas están cambiando. Una de las razones principales de ello reside en Bruselas. Ha transcurrido tan solo un año desde que en abril del año pasado, el Estado Mayor del Ejército turco colgara en su web un memorando en el que protestaba por la elección de un presidente de la república procedente del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo. Por entonces, la respuesta de la UE a la amenaza de un posible golpe real fue más bien tibia. Sin embargo, 12 meses más tarde, Bruselas ha tenido claro el mensaje a enviar: adelante con las reformas, acelerarlas en la medida de lo posible y nada de entretenerse en las viejas disputas políticas. Y lo ha hecho el mismo Durao Barroso, el presidente de la Comisión Europea, que viajó a Ankara el 10 de abril. Incluso el mismo gesto de desplazarse hasta allí resultaba de inequívoco apoyo al Ejecutivo de Erdogan y la presidencia de Gül. Por su parte, el Ejecutivo respondió favorablemente llevando al Parlamento el polémico artículo 301 del Código Penal para su retirada: esta ley permitía procesar con facilidad a cualquier ciudadano por acusaciones de insulto contra la identidad nacional turca. Ello ha exacerbado la inquina de los sectores que hasta ahora eran definidos como “laicos” pero que de hecho se vienen identificando cada vez más como ultranacionalistas.
¿Qué es lo que ha cambiado para que Bruselas haya dado un viraje tan pronunciado en un año? En primer lugar, la constatación de que la popularidad del Partido de la Justicia y el Desarrollo es real: ha ganado dos legislativas consecutivas por mayoría, tras largos años de parlamentos fraccionados. De otra parte, el comportamiento democrático del Gobierno es constatable, mientras que las acusaciones de su “agenda oculta” islamista son solo eso: una clásica teoría conspirativa que pretende utilizar como pruebas, precisamente, la falta de indicios. Las acusaciones de que las enormes subidas del precio del arroz en Turquía (un 130% en los últimos tres meses) son debidas a maniobras especulativas de empresas alimentarias relacionadas con el Gobierno suponen tratar de ignorante a la población, en un momento en el que la prensa mundial está alertando del aumento de los precios de productos agrícolas básicos en todo el mundo, con explosiones sociales en Egipto, Túnez o Haití, situaciones de gran alarma social en Filipinas y subidas pronunciadas incluso en EEUU.
POR LO TANTO, es un momento delicado: se perfilan nubarrones de recesión económica capaces de descargar sobre la sociedad turca, arruinando el prestigio adquirido por Erdogan y su Gobierno; pero eso ocurre después de que el Ejecutivo, apoyado en la mayoría parlamentaria, hubiera estabilizado la política turca durante seis años. En tal contexto, Bruselas no le perdonaría a los sectores laicos, nacionalistas o ultraderechistas que desestabilizaran a Turquía justo cuando las posibilidades de ingreso en la UE empiezan a cobrar impulso. Porque el daño sería devastador. Esos sectores de oposición no presentan un frente unido, no tienen un proyecto político moderno, no podrían llevar a Turquía a la UE y desequilibrarían al país irremisiblemente y durante años.
Además, la respuesta de Barroso deja claro algo que, a estas alturas, ya no es ninguna novedad. Y ello a pesar de que determinados comentaristas, más por prejuicios ideológicos –muchas veces de la nueva extrema derecha tendencia Eurabia, más o menos camuflados en envolturas seudoprogresistas– que en base a un análisis riguroso y desapasionado, se empeñen en posturas turcófobas. Esto es: según cómo y en base a qué tuviera lugar, un fracaso en el proceso de negociación de la candidatura turca sería una catástrofe para la UE. Y ello no tanto por la pérdida de los beneficios económicos o estratégicos que se derivarían de esa integración como por tener que asumir importantes errores de cálculo, incapacidad de gestionar el proceso y establecimiento de precedentes que hasta podrían afectar a países ya integrados en el futuro.

Geopolítica del hambre

La geopolítica del hambre/Walter Laqueur
Publicado en La VANGUARDIA, 27/04/2008;
Esta mañana compruebo, de vuelta del supermercado, que he pagado casi un 50% más que el año pasado por la misma cantidad de comida. Es, si se quiere, una cuestión trivial que mucha gente comparte, de Los Ángeles a Tokio, de Estocolmo a Tombuctú. La ONU, el Banco Mundial, el G-8 y el FMI han celebrado reuniones urgentes los últimos meses, y habrá otro encuentro importante en Roma en junio: ¿por qué ha ocurrido lo que acabo de mencionar? ¿Qué medidas cabe adoptar? ¿Qué consecuencias tendrá?
Diversos analistas ofrecen asimismo diversas explicaciones. Algunos echan la culpa a los biocombustibles: el hecho de que en los países productores de trigo una gran y creciente parte de la cosecha se destina y destinará a la producción de combustible (etanol), una consecuencia del elevado precio del petróleo. En lugar de acusar a los responsables del elevado precio del petróleo, se ha echado la culpa a Europa y EE. UU. Un ministro indio ha calificado el etanol de “crimen contra la humanidad”.
Sin embargo, los expertos dicen que el etanol representa no más, tal vez, de un 15% de la subida de precio de los alimentos. Es verdad que el hecho de que el precio del petróleo se multiplicara por once a lo largo del último decenio ha tenido numerosas consecuencias; todo ha subido en el sector agrícola. También se ha responsabilizado de la crisis a los verdes. La demanda de alimentos orgánicos y la oposición a los organismos genéticamente modificados pueden atraer simpatías, pero también tienen un precio.
Cabe enumerar otras causas: en tanto China e India, en fase de prosperidad, consumen mucho más alimento que en el pasado, otros países han tenido malas cosechas. Rusia tuvo el año pasado la peor cosecha desde 1953, el año de la muerte de Stalin. Australia, uno de los principales exportadores de arroz, tuvo una mala cosecha tras casi diez años de sequía, y cabe decir lo propio de varios países de Asia. Incluso en India, tras el éxito de la revolución verde, la producción cerealista se ha estancado, si bien se espera una magnífica cosecha en el 2008. Indonesia ha tenido una buena cosecha, pero Filipinas (el mayor importador de arroz del mundo) y Bangladesh atraviesan grandes apuros. Como Egipto, cuya crisis ha provocado huelgas y agitación política, y el continente africano en general, donde el hambre ha sido endémica en periodos y países.
Ciertos factores conducentes a la crisis actual pueden cambiar; podría haber mejores cosechas este año y el próximo, pero no hay seguridad al respecto. Otras causas de la crisis alimentaria podrían agravar la situación… En suma, el consenso de los expertos señala que la era de la alimentación barata que ha durado unos treinta años ha dado fin, de modo que la crisis podría convertirse en un factor permanente.
¿Cuáles serán las probables consecuencias políticas de esta situación? Los estudiantes de historia conocen la crucial importancia de la alimentación y las crisis alimentarias desde la antigüedad. Egipto tuvo la fortuna de encontrar en José -como nos dice el Antiguo Testamento- a un organizador eficaz y previsor. Los científicos creen haber descubierto recientemente la explicación de su éxito; se cree que encontró un modo eficaz de control de las plagas que permitía el almacenaje prolongado del grano. Las revueltas por el alimento han provocado históricamente disturbios y revoluciones. Si la Bastilla fue asaltada en 1789, no fue principalmente por el deseo de derrocar la monarquía o sacar de la cárcel al marqués de Sade sino por el creciente descontento de las vendedoras de los mercados y su clientela. Si estalló la revolución de 1917 en Rusia, no se debió a los artículos publicados por Lenin en Suiza, sino a que la gente había de hacer horas de cola en Petrogrado para lograr pan…, para oír al final que no quedaba ni un mendrugo.
¿Qué países corren más peligro políticamente por la crisis alimentaria? Los responsables del Banco Mundial han contado 35, pero esta cifra podría ser mayor en breve plazo. Si estallaran revueltas en Haití, Camerún o Costa de Marfil - países inestables últimamente- por la escasez o el hambre, sería una tragedia pero no afectaría a la marcha de los asuntos del mundo. Millones de norcoreanos han pasado hambre por años pero el Gobierno ha reprimido todo tipo de oposición.
El malestar político ha asediado últimamente a varios países cuya situación se ha tornado singularmente vulnerable al peligro. Egipto está entre ellos; ha habido manifestaciones violentas en Mahalla el Kubra, el mismo lugar donde comenzaron los disturbios en los años cuarenta que en último término condujeron al derrocamiento de la monarquía. Zonas enteras de Afganistán y Pakistán se hallan en peligro, como también Yemen y algunas repúblicas ex soviéticas de Asia Central. Todos estos países han experimentado la presión proveniente de grupos islamistas radicales que, aunque no aportarán soluciones a la crisis alimentaria, pueden debilitar gobiernos. Un destacado economista (ganador del premio Nobel) ha sostenido que en las democracias no hay crisis alimentarias. Resta por ver si tal pronóstico es correcto.
La comunidad internacional se mueve tan lentamente como de costumbre. Se ha propuesto la creación de un fondo de emergencia de mil millones de dólares, pero hasta la fecha sólo se ha comprometido la mitad de esta suma.

Medicina sexual

Una práctica multidisciplinar/ Manuel Mas, catedrático de Fisiología, director del Centro de Estudios Sexológicos (Cesex), Universidad de La Laguna. Vicepresidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva
Publicado en LA VANGUARDIA, 27/04/2008;
El concepto “medicina sexual” se viene usando de modo creciente desde la década de 1970. Varias sociedades y revistas científicas lo incluyen ahora en su denominación, se está desarrollando una titulación europea de experto en dicho campo y son muchos los centros de diagnóstico y tratamiento actualmente dedicados a su práctica. La medicina sexual se ocupa de los problemas de la sexualidad humana. Trata de mejorar la salud sexual mediante la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades y trastornos que afectan a la función sexual, la identidad de género y las secuelas de los traumas sexuales. Reconoce que muchos de estos trastornos pueden ser causados por diversas enfermedades y/ o sus tratamientos y por problemas de relación interpersonal y con el entorno. Para ello tiene presente la dimensión individual y la de la pareja y emplea el conocimiento y métodos de las ciencias médicas, psicológicas y sociales. Es un campo multidisciplinar que conlleva la colaboración de profesionales con formación médica y psicológica adecuadamente entrenados.
Tradicionalmente, los problemas del funcionamiento sexual se solían atribuir, con poco o nulo fundamento, a causas como trastornos del desarrollo psíquico infantil o malos hábitos ( “masturbación excesiva”, enfermedades venéreas, etcétera). Durante la primera mitad del siglo XX eran ignorados o tratados, con resultados bastante pobres, mediante psicoanálisis. El desarrollo desde la década de 1960 de técnicas de “terapia sexual” (Masters y Johnson, Kaplan y otros) que hacen énfasis en la pareja como sujeto del tratamiento y combinan procedimientos conductuales y psicoterapéuticos fue un avance importante aunque limitado. Se debía esto a que muchas disfunciones sexuales pueden ser causadas o agravadas por problemas en el funcionamiento de los órganos sexuales (los genitales y el cerebro) y para aliviarlas se requiere su diagnóstico y adecuado tratamiento. Un buen ejemplo es el trastorno de la erección del pene o disfunción eréctil (DE). La constatación de que con frecuencia se debe a mal funcionamiento de sus vasos sanguíneos llevó a su abordaje, desde la década de 1980, con procedimientos médicos o quirúrgicos, inicialmente invasivos (como cirugía vascular, prótesis o inyecciones de vasodilatadores en el pene), ahora sólo usados en casos especiales.
El cambio de siglo vio la eclosión de nuevos fármacos orales muy eficaces y seguros (los inhibidores de la fosfodiesterasa 5, como Viagra, Cialis o Levitra) que conseguían restituir la respuesta de erección en muchos pacientes. También están apareciendo preparados de testosterona, hormona producida por los testículos y en menor, aunque importante, cantidad por los ovarios, a la que se atribuye un efecto facilitador del deseo sexual. Su empleo (en inyecciones, geles o parches cutáneos) en hombres o mujeres con déficit constatado, como el asociado al envejecimiento o por extirpación o mal funcionamiento de sus órganos productores mejora el deseo y el disfrute del sexo. Hay en desarrollo varios fármacos de diverso tipo enfocados al tratamiento de otros problemas de funcionamiento sexual, como la eyaculación rápida o la anorgasmia. Como estos medicamentos requieren de una prescripción médica (tras una cuidadosa evaluación de su necesidad y de la ausencia de contraindicaciones), su creciente demanda ha atraído a muchos médicos a este campo.
Tal evolución no ha estado exenta de polémica. Desde campos como algunos sectores de la psicología, el feminismo o los medios de comunicación se ha denunciado un creciente fenómeno de “medicalización de la sexualidad”. En su versión más radical este planteamiento denuncia una conspiración de la industria farmacéutica con médicos venales para inventar, donde no los hay, trastornos físicos de la función sexual tratables con medicamentos. Un argumento principal es que algunos estudios epidemiológicos muy citados describen altísimas tasas de “disfunción sexual” (30%-40% de la población). Sin embargo, autoridades del campo de la medicina sexual han criticado tales estadísticas argumentando que no basta que ocurra ocasionalmente algún fallo en la respuesta sexual (¿quién no lo ha tenido?) para que pueda computarse como “disfunción”. Para tal diagnóstico se requiere que sea reiterado y cause malestar personal. Así se especifica ahora en todas las guías y recomendaciones de práctica clínica de la medicina sexual. Por otra parte, se debe reconocer a la industria el desarrollo de eficaces fármacos ahora disponibles para el tratamiento de trastornos sexuales; sin ellos todavía estaríamos tratando la DE con psicoanálisis. La buena práctica de la medicina sexual, por su carácter multidisciplinar, no usa medicamentos de modo indiscriminado, sino que remite al paciente al psicoterapeuta cuando lo ve indicado

El Papa y los judíos

Benedicto XVI y los judíos/Samuel Hadas, analista diplomático. Primer embajador de Israel en España y ante la Santa Sede
Publicado en LA VANGUARDIA, 29/04/2008;
Nuestra generación ha sido testigo de una transformación en las relaciones entre la Iglesia católica y el pueblo judío que parecía inconcebible no mucho tiempo atrás. El concilio Vaticano II, con la aprobación en 1965 de la declaración Nostra Aetate, que rechaza la doctrina de la acusación colectiva contra los judíos por la crucifixión de Cristo, inició para la Iglesia un periodo de toma de conciencia sobre un trágico y conflictivo pasado. Esta nueva postura se convirtió en doctrina y contribuyó a derribar acendrados prejuicios, constituyéndose en los cimientos de un nuevo edificio teológico, construido ladrillo sobre ladrillo, que desde entonces modifica en forma gradual la actitud de la Iglesia católica hacia el pueblo judío y el Estado de Israel. El Papa Juan Pablo II fue quien dio el impulso definitivo a esta actitud.
Juan Pablo II modificó gradualmente la sensibilidad de la Iglesia católica hacia los judíos. Recordemos sus condenas del antisemitismo, la visita a la gran sinagoga de Roma, la primera de un Papa a un templo judío (se necesitaron muchos siglos para que un Papa se decidiera a franquear los pocos centenares de metros que separan, a una y otra ribera del Tíber, el Vaticano de la gran sinagoga de Roma), el establecimiento de relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, su insistencia en acentuar las raíces judías del cristianismo y mucho más. Fue el primer Papa que puso a la Iglesia católica frente a sus responsabilidades históricas con los judíos. Su “peregrinación de la reconciliación” comenzó al inicio de su pontificado y culminó con su visita a Tierra Santa en marzo del 2000, donde dejó un mensaje de reconciliación y paz a una tierra atormentada y atravesó con maestría un peligroso campo minado de sensibilidades políticas y religiosas.
El Papa Benedicto XVI, siendo presidente de la congregación para la Doctrina de la Fe, reconoció que no hubo suficiente sensibilidad cristiana hacia los judíos. Durante siglos se ocultaron prejuicios contra los judíos, lo que permitió que se toleraran más fácilmente las agresiones contra ellos, dijo entonces, agregando que “el fallo de los cristianos no fue la raíz inmediata del holocausto, pero que evidentemente facilitó este horrendo crimen”. Desde su ascensión al pontificado, Benedicto XVI hizo algunos gestos que le han ganado la opinión favorable de los judíos, pero también dio pasos que han causado momentos poco felices en las relaciones entre ambas comunidades. En los tres años de su pontificado ha insistido en que un diálogo auténtico entre judíos y católicos debe ser construido sobre las diferencias y el respeto mutuo, pero algunas de sus declaraciones han causado perplejidad e incluso irritación entre los judíos. La reactivación de la misa en latín del Viernes Santo, que había sido retirada en las reformas de los sesenta, ha sido el último paso controvertido y ha causado una nueva polémica entre la Santa Sede y las principales organizaciones judías. También en la propia Iglesia.
La nueva formulación de la oración modifica expresiones del Misal de 1962 que, en opinión de intelectuales judíos, ha sido respetuosa con los judíos. Las objeciones no cesaron pese a que el Papa Benedicto XVI suavizó el nuevo texto, removiendo finalmente la ofensiva mención de la “ceguera judía” frente a Cristo, así como la frase que pedía a Dios “remover el velo de sus corazones”. La liturgia en latín es considerada ofensiva para los judíos que ven en ella una llamada a la conversión de los judíos, por quienes se ora por que “sus corazones sean iluminados por Dios para que reconozcan a Jesucristo como salvador de todos los hombres”. La insatisfacción es profunda.
Ante las reacciones que causara, la Santa Sede se vio obligada a explicar que la nueva formulación está en armonía con las declaraciones de la Iglesia católica respecto al pueblo judío y de las relaciones en las últimas cuatro décadas, mantenidas en un marco de respeto mutuo. Para algunas instituciones judías se trata solamente de “cambios cosméticos”. Otras consideran que se trata de un paso atrás en el diálogo judeo-católico. Benedicto XVI se reunió en su visita a Estados Unidos con líderes de judíos buscando tender puentes, e incluso visitó, en vísperas de la Pascua judía, una sinagoga neoyorquina (en su tierra natal ya había hecho un gesto similar en una sinagoga en Colonia), enfatizando que lo hacía como un gesto de amistad y asegurando sentirse conmovido al recordar que “Jesús rezó en un lugar como este”. Más aún, en un mensaje dirigido a la comunidad judía del mundo entero declaró sentirse particularmente cercano a los judíos “en un espíritu de apertura a las posibilidades reales de cooperación que vemos ante nosotros”. Ello, a la vez que un alto jerarca de la Santa Sede consideró necesario explicar que la reacción judía “está basada en la emoción más que en la razón”.
Muchos judíos y también católicos se preguntan si había necesidad de un nuevo rezo. La liturgia existente había contribuido a crear una atmósfera de reconciliación y de confianza recíproca. La controversia ha demostrado lo difícil que es el diálogo entre las religiones. Este continuará, pero también la polémica.

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