10 ene 2007

Irak y Bush

Durante su discurso de 20 minutos el presidente de EE UU, George W. Bush, ha anunciado su esperada nueva estrategia para Irak, que incluye sumar más de 20,000 efectivos a las fuerzas de ocupación.

El presidente ha anunciado también que "la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, va a nombrar un coordinador en Bagdad para hacer que la ayuda económica dispensada a Irak dé mejores resultados

Ha calificado la situación en Irak de "inaceptable para América y para mí", y ha advertido al pueblo iraquí que el apoyo estadounidense "no es indefinido", y que "sólo los iraquíes pueden acabar con la violencia sectaria y dar seguridad a su gente".

De hecho, Bush ha anunciado que el Gobierno iraquí prevé tomar el control de la seguridad de todas las provincias del país antes de noviembre. Por lo que, a día de hoy, las fuerzas de seguridad iraquíes sólo controlan tres de las 18 provincias. "Si el Gobierno iraquí no cumple sus promesas perderá el apoyo del pueblo estadounidense, y perderá el respaldo del pueblo iraquí", ha insistido Bush.

Bush ha indicado que la nueva estrategia para Irak "cambiará el rumbo de EE UU" en el país árabe y "nos ayudará a tener éxito en nuestra lucha contra el terrorismo".

El presidente ha admitido haber cometido errores en su táctica anterior, como el de que en Bagdad "no hubo suficientes tropas iraquíes ni estadounidenses para hacer seguros barrios que se habían limpiado de terroristas y de insurgentes".

El presidente se ha referido una vez más a Irán y Siria, acusándo a ambos regímenes de "permitir la entrada en Irak de terroristas e insurgentes" y de dar cobijo a "redes de armamento y adiestramiento" de terroristas, con las que hay que acabar.

Ha destacado la importancia del apoyo de los países de la región a la hora de alcanzar la paz en Irak, afirmando que el éxito no depende sólo de "operaciones militares", sino también de un mayor "esfuerzo dipomático".

Las consecuencias de un eventual fracaso en Irak serían "desatrosas", ha dicho Bush, ya que "los extremistas islámicos aumentarían su fuerza y conseguirían nuevos reclutas. Estarían en mejor posición de derribar gobiernos moderados, crear el caos en la región y utilizar los recursos petroleros para financiar sus ambiciones".


En estos momentos, EE UU mantiene un contingente de 140, 000 efectivos en un país bajo una ocupación que se ha cobrado la vida de más de 3,000 soldados estadounidenses.

El aumento de tropas cuenta con el rechazo de la mayoría demócrata del Congreso estadounidense.

El nuevo plan de Bush para Irak será financiado con una asignación extraordinaria de 6,800 millones de dólares, de los cuales 5,600 millones irán destinados al aumento de tropas, mientras que los 1,200 restantes financiarán los programas de reconstrucción y de empleo.

Se calcula que 2007 sea el año más gravoso desde el punto de vista económico de los casi cuatro años que dura la guerra de Irak, ya que el presupuesto podría alcanzar los 100,000 millones de dólares.

  • No agravar la insensatez de Irak/Brahma Chellaney, profesor de Estudios Estratégicos del Centro de Investigación Política de Nueva Delhi.
Tomado de La Vanguardia, 10/01/2007);
Traducción: José María Puig de la Bellacasa.

Cabe esperar que la cada vez más insondable catástrofe que asuela Iraq, derivada de la arrogancia estadounidense, sirva de humilde lección a las generaciones futuras de líderes estadounidenses. Pero, como ponen de relieve los planes inminentes de concentración de tropas en Iraq, el presidente George W. Bush sigue mostrándose renuente a reconocer humildemente las sombrías realidades presentes. Si la misión de Bush estribaba en instaurar una democracia estable en Iraq bajo la ocupación, animando a los países vecinos a avanzar por la misma senda, lo cierto es que tal objetivo se ha visto coronado por el descrédito y sus consecuencias a largo plazo sobrepasan los límites geográficos de la región. En cualquier caso, promover la democracia mediante la agresión constituye una contradicción en sus propios términos porque la democracia, por definición, gira en torno al ejercicio de la libre elección y determinación. Por otra parte, ¿cómo puede haber democracia sin que el país en cuestión disfrute de su propia soberanía? En tanto la ocupación estadounidense de Iraq entra en su quinto año, Bush - quien poco parece aprender de la experiencia- busca una solución inexistente: una salida de Iraq salvando la cara. Y en tal empeño aún agrava su grado de insensatez incrementando la escalada militar en aquel país. Estados Unidos tiene ante sí toda clase de opciones posibles salvo las airosas. El crudo dilema que afronta radica o en prolongar su presencia en Iraq, erosionando así sus intereses regionales y globales sin remedio, o en dar comienzo este año al término gradual de su ocupación de Iraq reconociendo a un tiempo que su amplia e intensa impronta militar en el país da alas a la insurgencia y al enfrentamiento civil.
Una prolongada ocupación de Iraq afectará gravemente a los intereses estadounidenses, de modo que a Washington le resultará mucho más difícil impedir que un posible efecto dominó borre del mapa Oriente Medio y derribe a los gobernantes apoyados por Estados Unidos. Tras el desastre de Iraq, a Estados Unidos en cualquier caso le costará mantener su notable presencia militar en Oriente Medio sin concitar renovados ataques terroristas contra sus fuerzas y desestabilizar los regímenes que respalda. Inevitablemente, deberá reconsiderar su estrategia militar en la región a largo plazo.
La insistencia de Bush en salir de Iraq tan sólo cuando este país “pueda autogobernarse y defenderse por sus propios medios” remite simplemente a aplazar la reconsideración de la cuestión hasta el nuevo mandato presidencial. El país no puede gobernarse a sí mismo estando como está bajo ocupación estadounidense.
Una retirada estadounidense representará el reconocimiento de una derrota estratégica. No obstante, la imagen misma de la derrota ya se agita ante la faz de Estados Unidos. Aún está a tiempo de plegar velas o, de lo contrario, cargar con consecuencias aún más pesadas.
Las opciones de Bush en materia de política exterior se han reducido porque Iraq se halla sumido en el caos y la anarquía, los talibanes con renovados bríos redoblan sus ataques en Afganistán, Osama bin Laden permanece huido, Corea del Norte se ha llevado un simple tirón de orejas tras sus ensayos nucleares, Irán prosigue desafiante con su programa nuclear y el terrorismo internacional sigue bramando. Y todo ello cuando, paradójicamente y según se afirma, Estados Unidos posee un monopolio de poder sin rival desde los tiempos del imperio romano.
La ocupación estadounidense de Iraq no sólo ha quebrado el consenso mundial contra el terrorismo tras el 11-S, sino que ha debilitado a Estados Unidos en el plano internacional. Prácticamente se ha olvidado que el 11-S sucedió no a causa de Iraq sino debido a la existencia de viveros terroristas en el cinturón afganopakistaní, muchos de ellos aún activos.
Si algún efecto ha producido la ocupación de Iraq, ha sido indudablemente el desvelamiento de las contradicciones del enfoque de Bush. Considérese, por ejemplo, su énfasis en la promoción de la democracia en Iraq sin dejar de apuntalar y reforzar regímenes dictatoriales vecinos. O, por ejemplo, la forma en que invadió Iraq para eliminar armas de destrucción masiva allí inexistentes en tanto trataba a Pakistán de modo extremadamente indulgente pese al descubrimiento de una importante red nuclear clandestina de científicos, agentes de servicios de inteligencia y militares pakistaníes. Privado de justificación alguna en el caso de la supuesta posesión de armas de destrucción masiva por parte de Sadam Husein o en sus vínculos con Al Qaeda, Bush quiso demostrar también la legitimidad de su empeño mediante el tercer pretexto aducido para invadir Iraq, el de liberar a su pueblo de un dictador bárbaro y cruel procesándolo y ejecutándolo a continuación. Sin embargo, también en este caso marró el tiro.
Sadam Husein, de no haber estado al tanto de secretos comprometedores, habría afrontado un juicio en La Haya, igual que el tirano serbio Slobodan Milosevic, en lugar de ser presentado ante un tribunal arbitrario en Iraq. Pero así son las cosas: Sadam, gracias a su linchamiento legal, parece gozar de mayor poder en su tumba que cuando gobernaba su país.
Constituye una ironía que un dictador que se hizo con el poder con las bendiciones de la CIA en 1979 y que invadió Irán en 1980 con el tácito respaldo estadounidense fuera susceptible de convertirse una vez muerto en un símbolo islámico de la oposición frente a la hegemonía de Estados Unidos. Sin embargo, ¿no avaló la CIA confiadamente a Bin Laden y al mulá Mohamed Omar, el jefe talibán tuerto, en el transcurso del decenio de los ochenta?
La guerra obligada contra el terrorismo tras el 11-S y la guerra de elección en Iraq se han amalgamado en gran confusión, resultando en una serie de implicaciones adversas e incontrolables para la política de Estados Unidos. Pero consideren por ejemplo un panorama diametralmente opuesto al actual: una situación caracterizada por el éxito político y militar de Estados Unidos en Iraq. ¿Cómo le sería dado al mundo en tal caso contemplar hoy el Estados Unidos de Bush?
A ojos de los críticos, el hecho de que el coloso estadounidense haya tropezado en Iraq - y con un grave tropiezo- ha representado un grato respiro en el marco del ejercicio bárbaro del poder por parte de Bush. Según esta perspectiva, Bush - al empujar a Estados Unidos a un dañino e inmanejable lodazal- ha actuado como fiel servidor recortando la fuerza y el poder de la bestia de fisonomía unipolar.
Aun los más incondicionales y acérrimos partidarios de Bush habrán de admitir que sus errores y equivocaciones han pesado notablemente en el freno y moderación del poder e influencia de Estados Unidos en el mundo.
Cuando se escriba la historia, destacará el papel de Bush en la transformación de un estable y laico Iraq en un país inviable cuyas ruinas proporcionaron base y fundamento de un resurgimiento de la militancia islamista en el mundo.


Cambios en los servicios de inteligencia

Cambios en los servicios de inteligencia mexicanos.
Este miércoles 10 de enero Guillermo Valdés Castellanos asumió la Dirección General del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), sustituye en el cargo a Domingo López Buitrón.

Guillermo se desempeñaba como director de la encuestadora Grupo de Economistas y Asociados, y de Investigaciones Sociales Aplicadas (GEA-ISA) y se le ubica como "amigo intimo", del Presidente Calderón.

El nuevo director del Cisen es un analista político, especialista en la construcción de escenarios; colaboro en Milenio Diario desde su fundación hasta hace un mes.
En la agenda de seguridad nacional del Cisen se encuentra los grupos armados; la delincuencia organizada; el terrorismo; la transición y la reforma del Estado; los movimientos sociales; el entorno internacional y la seguridad pública (anexo atribuciones)
Se presume que Valdés se concentrará en la tarea “teórica” del Cisen y dejará a un subalterno las áreas operativas. ( se rumora que el cargo recaerá en Eduardo Flores Campbell, exdirector de la policía de Tlanepantla).
Empero, una nota de Alma Muñoz en La Jornada de este lunes 8 de enero señala: "Fuentes de la Secretaría de Gobernación (SG) afirmaron que Valdés...,realizará análisis de seguridad, mientras las técnicas de inteligencia quedarán en manos la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal Preventiva (PFP)."
Por otro lado, La columna Trascendió de Milenio Diario se comenta hoy la salida de Agustín Acosta Azcón como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), cargo que otrora tuvo el General Guillermo Fromow García, quien después fue el Coordinador de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Seguridad Pública,

Señala la columna que "El de Acosta fue un nombramiento que hizo directamente el secretario Agustín Carstens. El problema es que al notificarle al presidente Felipe Calderón omitió informarle que era, ni más ni menos, el hombre que había defendido, con éxito, a René Bejarano. Pequeño detalle. Calderón le hizo ver a Carstens que no había sido una buena idea, y el que terminó pagando el pato fue Agustín Acosta, un penalista serio que goza de gran prestigio en el medio. Pero Bejarano mata todo."
Busque en la página oficial de la SHCP y no hay titular de la UIF; quizás nunca tomo posesión. Pero hoy en W radio Agustín Acosta le comentó a carlos Loret que renuncio al cargo. Por cierto no hay boletín oficial.
Agustín Acosta Azcón fue nombrado por el Secretario de Hacienda titular de la UIF.
Es abogado penalista y fue el defensor de René Bejarano en la última parte de sus procesos. Quizás ese fue su "pecado"

En junio del 2005-, el abogado descalificó los videos en que se ve al ex operador político de AMLO embolsándose miles de dólares. “Es francamente demencia”, expuso, que a partir de esos videos “se haya pretendido extraer cuatro delitos en el fuero común y dos en el fuero federal”, pues, según él, “con esto lo único que se prueba es el despropósito y la desproporción de la acusación del Ministerio Público”.
Es hijo del ex gobernador de Veracruz, Agustín Acosta Lagunes,

Además, fue defensor de lo agentes federales de investigación Jesús Medellín y Eduardo Paredes, que hasta la semana anterior estaban procesados por intento de extorsión contra Enrique Salinas de Gortari,
asesinado el 6 de diciembre de 2004.

Hasta el momento no se sabe quien será el sustituto.

La UIF se desempeña como organismo central nacional para la recepción, análisis y difusión de reportes de operaciones y otra información financiera relacionada con el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo. Elabora reportes de inteligencia y denuncias que son remitidos a las autoridades competentes de investigar y, en su caso, sancionar tales ilícitos.
La UIF se encuentra adscrita directamente a la Oficina del Secretario de Hacienda.
La ley de Seguridad Nacional, da las siguientes atribuciones al Cisen.
Artículo 18.- El Centro de Investigación y Seguridad Nacional, es un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, con autonomía, técnica, operativa y de gasto, adscrito directamente al Titular de dicha Secretaría.

Artículo 19.- Son atribuciones del Centro:

I. Operar tareas de inteligencia como parte del sistema de seguridad nacional que contribuyan a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano, a dar sustento a la gobernabilidad y a fortalecer el Estado de Derecho;

II. Procesar la información que genere en sus operaciones el sistema a que se refiere la fracción anterior, determinar su tendencia, valor, significado e interpretación específica y formular las conclusiones que se deriven de las evaluaciones correspondientes, con el propósito de salvaguardar la seguridad del país;

III. Preparar estudios de carácter político, económico, social y demás que se relacionen con sus atribuciones, así como aquellos que sean necesarios para alertar sobre los riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional;

IV. Elaborar los lineamientos generales del plan estratégico y la Agenda Nacional de Riesgos;

V. Proponer medidas de prevención, disuasión, contención y desactivación de riesgos y amenazas que pretendan vulnerar el territorio, la soberanía, las instituciones nacionales, la gobernabilidad democrática o el Estado de Derecho;

VI. Establecer cooperación interinstitucional con las diversas dependencias de la Administración Pública Federal, autoridades federales, de las entidades federativas y municipales o delegacionales, en estricto apego a sus respectivos ámbitos de competencia con la finalidad de coadyuvar en la preservación de la integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano;

VII. Proponer al Consejo el establecimiento de sistemas de cooperación internacional, con el objeto de identificar posibles riesgos y amenazas a la soberanía y seguridad nacionales;

VIII. Adquirir, administrar y desarrollar tecnología especializada para la investigación y difusión confiable de las comunicaciones del Gobierno Federal en materia de Seguridad Nacional, así como para la protección de esas comunicaciones y de la información que posea;

IX. Operar la tecnología de comunicaciones especializada, en cumplimiento de las atribuciones que tiene encomendadas o en apoyo de las instancias competentes en el Consejo;

X. Prestar auxilio técnico a cualquiera de las instancias de gobierno que le solicite el Consejo, conforme a los acuerdos que se adopten en su seno; y

XI. Las demás que le confieran otras disposiciones jurídicas aplicables o le señale, en el ámbito de su competencia, el Consejo o el Secretario Ejecutivo.
  • Este es el boletín de la Secretaria de Gobernación
El Cisen, un elemento sustantivo en la lucha por la seguridad de los mexicanos.
La labor del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para preservar la estabilidad del Estado mexicano cobra mayor importancia hoy en día y se convertirá en un elemento sustantivo de esta lucha que hemos iniciado por la seguridad y que ciertamente vamos a ganar, afirmó el secretario de Gobernación, Francisco Javier Ramírez Acuña, al dar posesión a Guillermo Valdés Castellanos como nuevo Director de este órgano desconcentrado de la SEGOB.
En el evento, realizado en las instalaciones del CISEN, el secretario Acuña señaló que la seguridad de México es uno de los principales retos del Gobierno Federal, por lo que el presidente Calderón instruyó a su equipo de trabajo a no desfallecer en la lucha para recuperar la seguridad pública de la sociedad mexicana.
La Secretaría de Gobernación tiene la misión de lograr la plena vigencia del Estado de Derecho y, al mismo tiempo, un permanente respeto de los derechos humanos, indicó el responsable de la política interior al agregar que el CISEN es indispensable para cumplir con dicha misión.
El nuevo Director General del CISEN cuenta con una trayectoria enfocada principalmente en el campo de la sociología política y en su desarrollo profesional destaca su experiencia de gobierno en la Presidencia de la República, en las secretarías de Desarrollo Social, Programación y Presupuesto y de Educación Pública.
Ramírez Acuña agradeció la destacada labor de Jaime Domingo López Buitrón al frente del CISEN, así como a todo su equipo de colaboradores, los cuales, dijo, realizaron un trabajo de gran valía para México.
-Dirección General de Comunicación Social-

Chávez se chaviza


Hugo Chávez Frías continúa por "la vía venezolana al socialismo" como "único camino a la redención, a la salvación de la patria".


En un discurso pronunciado tras su juramento para un tercer mandato presidencial consecutivo hasta 2013 -¡Por lo menos!- anunció la "radicalización" del proceso "revolucionario" a través de una reforma constitucional "integral" y la concesión de poderes especiales al Ejecutivo para decretar leyes, lo que marcará una "nueva edad" en el país.


Es decir, nacionalizará las telecomunicaciones, la industria eléctrica y parte del proceso de refinación del petróleo. ¡Faltaba menos!


"Es imposible la igualdad sin el socialismo", aseguró el gobernante, quien antes había exclamado ante la presidenta de la Asamblea, Cilia Flores: "¡Patria, socialismo o muerte, lo juro!".


"Nada ni nadie nos hará detener el carro de la revolución socialista en Venezuela, cueste lo que cueste", dijo. "Queremos democracia, los invitamos a la democracia".

Para Chávez, el éxito de la "revolución" requiere el "progresivo" traspaso al pueblo de los poderes administrativos, políticos y económicos, así como "regenerar las costumbres, salir de los vicios y transformar los valores de la sociedad".

Chávez Frías ganó su primera elección presidencial en 1998 y la segunda en 2000, tras sancionarse una nueva Constitución.

La Constitución de 1999 faculta una única reelección consecutiva, limitación que, según ha adelantado el gobernante, buscará modificar para poder presentarse en futuros comicios. Es decir ¡Hasta la muerte!



Por cierto, este miércoles el presidente Chávez reconocio que fue poco prudente en el modo de refutar las declaraciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, aunque señaló no arrepentirse de defender con fiereza la dignidad de Venezuela. "El amor que es profundo... que es infinito me lleva a veces a decir cosas más allá de lo prudente, lo reconozco, pero no me arrepiento, estoy defendiendo la dignidad de Venezuela", dijo.


Comparto el editorial del periódico colombiano El Tiempo: Chávez se chaviza.(01/10/2007);


¡La verdad no tiene desperdicio!

Más que al "socialismo del siglo XXI", los anuncios del mandatario de Venezuela recuerdan al comunismo del siglo XX.

Durante su primer período presidencial, el jefe del Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, registró, entre otras características, la de ser un incurable ladrador, muy inclinado a la retórica y a casar peleas. Ahora, a punto de posesionarse para un nuevo sexenio, no ha abandonado su actitud de provocador verbal. De hecho, llamó "pendejo" al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, y afirmó que dos jerarcas católicos que lo criticaron podrían ser condenados por el Cielo. Últimamente, además de ladrar, revela intenciones de morder. Así quedó en claro el lunes, durante el acto de posesión de su nuevo gabinete, del que ya no forma parte el ex canciller y ex vicepresidente José Vicente Rangel.


Al anunciar un brusco avance de la "revolución bolivariana" hacia el "socialismo del siglo XXI", señaló que en su nuevo gobierno nacionalizará el sector de telecomunicaciones, la industria eléctrica y parte del proceso de refinación de crudos venezolanos. Estas empresas habían sido estatales y fueron privatizadas hace algunos años.


Más que al socialismo del siglo XXI, las proclamas recuerdan al comunismo del siglo XX, con un formidable culto por el caudillo, listas numeradas de propósitos (Chávez adelantó 'Los cinco grandes motores' de su obra futura), orwellianas imágenes de propaganda, planes de instaurar la reelección perpetua y estudiados protocolos de distancias y símbolos. Se percibe en los anuncios un lejano tono bíblico: "Todo aquello que fue privatizado, nacionalícese".

En el "hágase la luz" de Chávez preocupa que la socialización de los medios de producción que se evidencia en Venezuela implique castrar la iniciativa privada, asfixiar al sector empresarial y espantar a los inversionistas. De hecho, las acciones de CANTV, la mayor empresa venezolana de telecomunicaciones, cayeron 14 por ciento en Wall Street cuando se dio a conocer el proyecto de nacionalización, y el bolívar perdió un quinto de su precio en el mercado negro. El arrasador triunfo de Chávez y el precio del petróleo le han dado dos poderosas armas al mandatario vecino, pero corre el peligro de utilizar la democracia para acabarla y de edificar sobre una bonanza petrolera, que no es garantía de prosperidad eterna.


La experiencia latinoamericana -para no hablar de la cubana- enseña que la estatización de la economía suele derivar en ineficiencia, burocratización y corrupción. No ayuda a la tranquilidad de la economía el hecho de que la batería de proclamas y anuncios se produzca en medio de ambigüedades, abundante retórica política y sin detalles sobre aspectos críticos como indemnizaciones y participación popular en el nuevo accionariado.


Lo más preocupante es que Chávez parece haber adoptado un rumbo contra la independencia de los medios informativos. A la fundación de una agencia de prensa de los gobiernos latinoamericanos se suma ahora la cancelación de la licencia de Radio Caracas Televisión, uno de los principales y más antiguos canales, por sus críticas al gobierno.

Los proyectos sociales incluidos en 'Los cinco grandes motores' beneficiarán, seguramente, al pueblo venezolano, justa retribución del mandatario a quienes han votado por él. Pero el creciente culto a la personalidad, la presencia chavista en todas las ramas del poder público, el estilo autoritario del Presidente, su pretensión de imponer un férreo control político sobre la vida venezolana y su posición política cada vez más cercana al castrismo hacen temer que en el sexenio que hoy empieza desaparezca el "totalitarismo light" del que hace poco habló el dirigente venezolano Teodoro Petkoff y se consolide un régimen más amenazante para las libertades políticas y de opinión. Ojalá no sea así y se trate de ruido, más que de nueces.



Chávez inició la jornada de actos oficiales de investidura, que por decisión gubernamental no contó con la presencia de otros jefes de Estado, con la colocación de una ofrenda floral ante la tumba de Simón Bolívar, en el centro de Caracas.

¡No asi!




  • Matar en frío/Pablo Salvador Coderch, catedrático de Derecho Civil de la Universitat Pompeu Fabra

Tomado de EL PAÍS, 10/01/2007);


Hasta quienes fatigaron la infamia, medio escribió Borges, tienen derecho a subir las escaleras del cadalso sin ser escupidos por sus verdugos. Sadam Husein (1937-2006) no merecía morir colgado por el cuello, con la inoportuna dignidad de los valientes vituperados por sus matadores, por más que su historial empezara en 1959 cuando atentó contra su Jefe de Estado, el brigadier general Abdul Karim Kassem, otro asesino, quien también acabaría ejecutado en 1963, tras una premonitoria farsa de juicio. La historia de Irak, antiguo mandato británico de Mesopotamia, es la del encadenamiento de tres pueblos por una sucesión sistemática de gángsteres mayormente caracterizados por la propensión suicida a hacerse con el poder exterminando a sus predecesores y a sus familias. En mueca sarcástica de esa brutalidad realzada por la ordinariez del vídeo casero, la ejecución filmada del asesino Sadam refleja los degüellos televisados de sus enemigos.


Debo mi náusea atávica por la pena de muerte a la intuición tenaz de dos mujeres, mi madre y la suya, quienes me martillearon durante décadas que un hombre no mata en frío, mucho menos un Estado. El horror femenino por la suerte fatal de hombres caídos y ya indefensos o, sobre todo, por la de mujeres mal vividas y peor muertas, como las María Estuardo -católica, pero ninguna santa-, María Antonieta -vean la película de Sofia Coppola- Alejandra Fiodorovna -la zarina extranjera que detestaba a su pueblo (Orlando Figes, La revolución rusa 1891-1924: la tragedia de un pueblo, Edhasa, 2000)-, Claretta Petacci -asesinada por bestias que la mataron por ser la puta del Duce-, o Elena Ceaucescu -Lady Macbeth de Bucarest- de este mundo reafirmaba una convicción primaria, según la cual la gente tiene derecho a una muerte natural, si es que existe algo así, pensaba yo. Aunque retóricos, estos ejemplos bárbaros siguen haciendo mella en los duros de corazón, desde los realistas gélidos de la derecha más clásica hasta los progresistas de comisario político, pues a día de hoy, no he acertado a dar con alguien a quien no incomode la narración detenida de alguno de los casos que acabo de mencionar y, cuando no ocurre así, lo consigue al instante la de todos ellos, arrastrados los unos por los otros: el contradictor acaba siempre desviando la mirada y balbuceando abstracciones de ucronía banal.

De la visión insufrible de quienes se hacen con el poder ajusticiando mujeres es llano pasar a la idea de que tampoco hay que colgar a los hombres, pues, al fin y al cabo, el principio básico es el mismo: si jamás se golpea a una mujer, tampoco a un hombre hundido. El Estado, si es tal, no debe matar, aunque sólo sea porque no lo necesita.


Claro que esta tesis falla por sus extremos, pues ni Estados muy débiles, ni bastantes muy fuertes rechazan matar. Así, por un lado, muchos miembros de Naciones Unidas son remedos de Estados, es decir, de la vieja idea de una comunidad dueña de un territorio y mayoritariamente concorde en su estrategia de perdurar en él. Por esto, cuando el Estado es el primer enemigo de su pueblo o está sumido en el caos, la muerte violenta de sus súbditos o, incluso, de sus regentes, satura nuestra sensibilidad y pasa desapercibida, a menos, claro, que afecte a personas o grupos en los que nos reconocemos porque participan de los rasgos de nuestra propia comunidad. Así, resulta explicable que la brutalidad argentina de hace una generación nos haya preocupado a los españoles más que la sarracina, bastante más reciente y mucho más cruenta, del conflicto civil de Argelia, un país más próximo al nuestro, pero sólo geográficamente.


En el otro extremo, están Estados poderosos e influyentes, cuyos dirigentes se pueden permitir la retención formal de la pena de muerte como una herramienta más para garantizar la continuidad de su proyecto comunitario. Fíjense bien: ni China, ni Rusia, ni Irán, ni Vietnam, ni los Estados Unidos de América, por ejemplo, hacen ascos a la pena capital, aunque, en este último país, ya son mayoría los Estados de la Unión que la han abolido o que llevan camino de hacerlo, pues no la ejecutan o han impuesto moratorias sobre su ejecución -como acaban de hacer California, Florida y Maryland-. Entonces, los Estados fuertes no prescinden, por el simple hecho de serlo, de la pena capital, sino que más bien parece que ocurre lo contrario, pues su despreocupación institucional por la cuestión podría ser un síntoma adicional de su fortaleza. Así, dicen los realistas, los Estados europeos occidentales habrían abolido la pena de muerte sólo cuando dejaron de ser fuertes, tras la II Guerra Mundial y la descolonización. Quizás.


Por último, tampoco es cierto que sólo los Estados autoritarios retengan la pena de muerte, mientras que los democráticos la hayan abolido, pues, primero, nadie negará que los Estados Unidos sean una democracia o que, para los casos de crímenes muy graves, mayorías estables de ciudadanos de muchos países democráticos sean partidarias de la pena capital o que, por último, en muchos estudios de nota se discuta con seriedad sobre su efecto disuasorio - "La pena de muerte salva vidas", dicen (un resumen reciente y crítico de esta tesis puede verse en John J. Donohue y Justin Wolfers, The Death Penality: No Evidence for Deterrence, The Berkeley Electronic Press, 2006)-.


Por eso, mi rechazo primordial de la pena de muerte es más simple e instintivo que un principio moral. Se basa en una tosca distinción entre quien, aún de mala manera, mata en caliente -en defensa propia o casi- y quienes lo hacen, en frío, una vez han derribado y maniatado a su adversario a quien finalmente han conseguido neutralizar. Entonces, ordenar su ejecución es miserable.

¡No se vale!


Los dueños de Los Mochis no tienen llenadera.
Recibí la siguiente información desde Los Mochis, Sinaloa, de parte del Frente Ciudadano Frente Ciudadano para la Defensa del Patrimonio Histórico, cultural y ecológico del Municipio de Ahome; y con mucho gusto la alojamos en esta bitácora.


Se trata de información completa sobre lo que esta sucediendo en Los Mochis. Rescato sólo dos textos que ilustran muy bien el porque de la lucha ciudadana, y la necesidad de expropiar los terrenos para el interés público.

Quízas la malo, - ¿o bueno?-, es que en Ahome-Los Mochis-, habrá elecciones para cambiar autoridades municipales y renovar el Congreso. Es una buena oportunidad para que los candidatos asumen como suya la lucha ciudadana.

Ah, se me olvidaban, ahí van los textos: uno es LA COLONIA AMERICANA BARBARIE Y DESTRUCCIÓN y el otro La Colonia Americana El interés público y el privado; el primero es del profesor Luis Antonio Martínez Peña, catedrático de la UAS, doctorado en historia y ex presidente de La Crónica de Sinaloa; y el segundo, de José Armando Infante Cronista de Los Mochis .

Además del SOS del Frente:

¡ALTO A LA DESTRUCCIÓN DE NUESTRA HISTORIA!

Al Pueblo de Los Mochis:

De nueva cuenta los intereses económicos pretenden imponerse al tratar de instalar plazas comerciales en la llamada Colonia Americana, lugar que ha sido decretada por el Cabildo de Ahome como patrimonio histórico y cultural.

De manera alevosa y contrariando la reglamentación vigente, la madrugada del 30 de diciembre emprendieron el derrumbe de las casas, ocasionando severos daños a las fincas y a la vegetación, y que ambas constituyen un entorno urbano y ecológico representativo de la identidad cultural de la ciudad de Los Mochis.

Grupos culturales y ciudadanos independientes hemos emprendido acciones de protesta por este atentado al patrimonio de la ciudad, y pedimos a todos que se unan manifestando su rechazo a la barbarie de la destrucción de la Colonia Americana.

¡No a la destrucción de nuestro patrimonio histórico!
¡Salva tu ciudad!
¡Firma para apoyar esta causa!

Frente Ciudadano para la Defensa del Patrimonio Histórico, cultural y ecológico del Municipio de Ahome
Los Mochis, Sin., enero de 2007

  • LA COLONIA AMERICANA: BARBARIE Y DESTRUCCIÓN/Luis Antonio Martínez Peña

La Colonia Americana se ubica en Los Mochis y se compone de un conjunto habitacional perteneciente al ingenio azucarero de aquella centenaria ciudad. Se le llama Colonia Americana, porque ahí vivieron personas de esa nacionalidad que vinieron a trabajar al ingenio. La historia de Los Mochis y el ingenio azucarero es una sola, la primera surge con el impulso de la industria azucarera en el valle de El Fuerte. Los Mochis cuenta con cien años y los cumple un poquito después que el ingenio. Hace unos cuatro años los acaban de festejar con encuentros culturales y de rememoración histórica de una ciudad que luce como nueva, moderna y progresista, con una traza urbana destinada al futuro. Pero que ya tiene en su memoria un conjunto de referentes de identidad que se deben conservar a pesar de los afanes megadesarrollistas que se apoderan de nuestras ciudades.

La Colonia Americana tiene en su haber características arquitectónicas únicas y contiene jardines y parques que son un deleite para quien los conoce. Los mochitenses en su gran mayoría ven en ese conjunto habitacional una seña de identidad, un rasgo que hace diferente a Los Mochis en relación a otras ciudades mexicanas. Sin embargo, este no es el punto de vista de la compañía azucarera, propietaria del ingenio y de los terrenos donde se encuentra el conjunto habitacional. Su punto de vista es mucho más prosaico y tiene que ver con la realidad que se está viviendo en la mayoría de las ciudades de México. En el mercado inmobiliario el terreno de la Colonia Americana tiene un inmenso valor y parece que se encuentra destinado a la construcción de un centro comercial. Ante el poder del dinero el romanticismo de las tradiciones y las señas de identidad comunitaria no son más que sentimentalismo puro, y eso a ellos les vale un cacahuate. Tan es así que al filo de la medianoche entre el sábado 30 y domingo 31 de diciembre maquinaria pesada, propiedad de la empresa azucarera hizo acto de arrasadora presencia para poner por los suelos o al menos dañar de manera significativa a veinte de las fincas. Seis máquinas fueron utilizadas para este fin y desde distintos frentes avanzaron destructivamente.

Alguien tuvo que dar el pitazo para que las autoridades municipales se dieran cuenta del atropello y actuaron a través del encargado de obras públicas y del departamento jurídico de la presidencia del Ayuntamiento encabezada por el señor Policarpo Infante Fierro, quien asegura no haber concedido permiso de destrucción y construcción alguno.


Cabe señalar que después de muchos años, apenas en fechas recientes y con motivo de los festejos del centenario de fundación de la ciudad, un grupo de ciudadanos había atraído la atención de los regidores para que aprobaran la declaración de patrimonio histórico cultural sobre el predio y las fincas, con el ánimo de que la protección municipal hiciera efectiva la preservación. Los regidores lo votaron de manera positiva y sólo faltaba que apareciera publicada en el diario oficial.


Después de que las autoridades frenaron la demolición de la madrugada del 31. La empresa azucarera, continua dañando las fincas y alega a su favor el hecho de que tales viviendas y predio son propiedad privada y que ya están destinadas para el uso comercial. Por lo pronto las antiguas oficinas de la empresa y el edificio conocido como La Varsovia, mismo que se reconoce como el primer hotel donde se albergaban empleados recién llegados y solteros ya sufrió de los rigores del arrasamiento.


Allá en Los Mochis un grupo de ciudadanos, artistas e intelectuales han iniciado un plantón en lucha por la defensa del patrimonio cultural, manifestándose a través de asambleas informativas, conciertos musicales y exposiciones de pintura. Nuestros amigos cronistas e historiadores de aquella región nos hicieron llegar un mensaje electrónico solicitando el apoyo a su causa que finalmente es una buena causa de todos los sinaloenses.

La Colonia Americana: El interés público y el privado/José Armando Infante, cronista de Los Mochis

Privilegiada como el primero entre los derechos, la propiedad privada ha tenido, sin embargo, no pocos tropiezos.

Dentro del ámbito legal existe una máxima que acota también este derecho: por encima del interés privado está el público.

Pues bien, todo esto viene a mi memoria a partir del reiterado tema de la destrucción de casas que ha ocurrido en la Colonia Americana, el barrio más añejo de construcciones aún vigentes en Los Mochis.

Las discusiones han tenido tonos estridentes a favor y en contra de quienes opinan que la ciudad exige vestido nuevo, pues aquel que lucía, después de 60, 80 años, ya muestra hilachos que no admiten ni siquiera nuevos remiendos.

Sin embargo, para la mayoría de los habitantes de la ciudad, la Colonia Americana es uno de los barrios representativos de toda una época, que va desde su fisonomía de rancho que vio nacer al siglo XX hasta que se convirtió en ciudad y en polo de desarrollo regional, con sus aires de modernidad y cosmopolitismo.

Durante muchos años, el esplendor de sus construcciones se vio a hurtadillas por entre el cerco de exclusividad que tendió el emporio azucarero, hasta que la tozudez del presidente Alfonso G. Calderón la derribó de común acuerdo con la compañía azucarera.

Desde esa misma época, el pueblo de Los Mochis disfrutó como suyo el Parque Sinaloa, los otrora jardines de la Casa Grande de don Benjamín F. Johnston.

Poco a poco hemos visto cómo la compañía azucarera, ya unos dueños, ya otros, se ha ido desprendiendo de sus propiedades. Algunas han sido rescatadas y salvaguardadas, como la Casa Chapman, hoy convertida en el Museo Regional del Valle del Fuerte. Otro caso es el de las fincas ubicadas enfrente de éste, donde hay un restaurante y una tienda de ropa; además, de la llamada Casa del Centenario.

Pero también abundan los lamentos: la destrucción con explosivos de la Casa Grande, la pérdida de grandes porciones del territorio original del Parque Sinaloa para construir centros comerciales, fraccionamientos residenciales, clubes deportivos y sociales; y la destrucción de las casas contiguas a la Casa del Centenario, hacia la calle Leyva, y las casas de la acera norte del Rosendo G. Castro.

En su momento se levantaron voces por la destrucción de esas casas y pasó como una película ya muchas veces vista: Una noche oscura llegó la máquina y en un santiamén, aquella casa llena de recuerdos, llena de historia y nostalgia, quedó convertida en un cerro de escombros, tomando por sorpresa a la autoridades y a la población entera.

Luego siguieron los árboles, y ese terreno dio paso a una construcción nueva, signo de la ciudad y el municipio, y muchos se sintieron llenos de orgullo de tan importantes inversiones, de esa imagen de modernidad que nos ha acompañado en el último siglo.


¿Y la historia? ¿Y la nostalgia? ¿Y los vestigios de nuestra identidad cultural? Seguramente pensaron que todo ello es absolutamente prescindible, pues tenemos una larga historia de que las atrocidades ocurren con nuestro entorno urbano y… ¡no pasa nada!


Los Mochis sigue orgullosa de su modernidad… y su flaca memoria y capacidad de indignación.


Para terminar el año y casi con nuestra historia, seis máquinas iniciaron una destrucción planeada para en poco tiempo causar un daño irreparable, y que sólo la intervención del secretario de obras públicas y el jurídico evitó que la lesión al patrimonio histórico y cultural de la ciudad fuese mayor.


Hay sobrada y legítima indignación de la ciudadanía por este nuevo atentado. Desde el mismo sábado grupos culturales han mantenido en este lugar una presencia constante manifestando su rechazo a la destrucción de este sitio representativo de nuestro desarrollo histórico. Sobre todo porque la llamada Colonia Americana es uno de los entornos urbanos más singulares con los que contamos. Por sus características arquitectónicas y urbanísticas, el concepto de casa-jardín que la distingue, hace de este barrio un complejo que basa su valor también en su apreciación de conjunto, en las múltiples especies vegetales que hacen del lugar un entorno ecológico que merece también su protección irrestricta.


Hoy los dueños de la Compañía Azucarera venden todo este complejo constructivo, se dice que para la instalación de una plaza comercial. Ya sea como condición para esta adquisición o para ayudar a los nuevos propietarios, los funcionarios del ingenio ordenan la destrucción de las fincas pretendiendo ampararse en su derecho de propiedad, y que con lo suyo pueden hacer lo que les venga en gana.


Y esto nos trae de nuevo a colación el viejo dilema acerca del interés privado y el interés público, en donde sabemos que por supuesto éste último es el que debe prevalecer.


Pero sabemos que en el mundo de la realidad, las buenas intenciones caminan más lento que los trascavos, y ya cayó una casa y siguió otra más. Los propietarios continúan en su propósito de dejar a la ciudad de Los Mochis sin historia. ¿Cuántas más tendrán que caer para que el pueblo de Los Mochis reaccione y sus autoridades exijan la supremacía del interés público sobre el privado?


Definida la Colonia Americana como un entorno arquitectónico y urbano singular, representativo de toda una época que se inicia desde 1902 y que aún hoy, en medio de destrucciones y propósitos mezquinos, continúa siendo un orgullo para nuestra ciudad y un sitio de privilegio como atracción turística, el Cabildo ya ha declarado a la Colonia Americana como patrimonio histórico y cultural para su debida conservación.


La normatividad implementada sin embargo parece demasiado débil para los intereses económicos de sus propietarios, quienes pretenden lograr sus propósitos aun a costa de la destrucción de nuestras raíces históricas.


Por la manera que se ha actuado por parte de sus propietarios, es preciso tomar medidas drásticas para la conservación y rescate de la Colonia Americana, como lo es la expropiación para el uso y disfrute pleno de los habitantes de Los Mochis sobre uno de los lugares más entrañables de la ciudad y con más méritos para su preservación. No existe en la ciudad un área con mejores condiciones para la instalación de espacios culturales y de recreación y atracción del turismo como la que comprende las fincas que han sufrido un grave atentado.


De no hacerlo de esta manera, siempre habrá algún resquicio legal por el que los particulares impongan sus intereses y hasta sus caprichos sin control ni medida.


Señores del Cabildo de Ahome, hagamos valer que el interés público está por encima del interés privado, y decreten la expropiación de la Colonia Americana para su debida conservación. Hagamos algo antes que la modernidad nos arrolle.
Los Mochis, Sin., 2 de enero de 2007

La foto es del semanario Rio Doce.


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